miércoles, 24 de febrero de 2010

No hace falta


No hace falta que me prestes atención

 cuando expreso lo que siento
Prefiero mis soliloquios con público
que las grandes puestas en escena.
A veces digo lo que pienso,
pero siempre siempre, pienso lo que digo;
Quizás por desavenencias del pasado
 uno tiende a ser condescendiente para acortar los espacios.
 Esos relojes que no dejan de observarnos jamás se detendrán.
 Los amaneceres le seguirán a la muerte y el ciclo siempre va estar completo;
 Pienso en esos árboles de pinos nevados que tanto me embrujan,
 En valles verdes sin personas,
 En rojos ríos de muerte apacibles,
En cielos diáfanos iluminados por tormentas eléctricas.
 Y el lobo que me mira, tratando de prever mi próxima acción,
 nada mas lejos de conseguirlo.
No se por qué parezco ser el único en darme cuenta de esos detalles dentro de este enjambre de individuos y de luces llamado ciudad.

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